Visita del poetik & ventrilocuo Lelis Xoledad a tierras de Naylamp

septiembre 04, 2008


Hace unos días me visitó Lelis Rebolledo, poeta nacido en Catacaos, Piura. Llegó temprano, antes de las siete de la mañana. Venía de Lamas, Tarapoto y mientras nos despachábamos el desayuno pude ver que casi nada había cambiado. Ahí estaba esa ondeada melena, sus lentes tipo Lennon y esa misma flacura de hace siglos, mismo Eskeletor. Hacia varias lunas que no lo veía. Como algunos sabrán Rebolledo fue miembro, desde el norte, del Movimiento Kloaka, liderado por su paisano Róger Santiváñez. Escuché su rollo y recordé los años 90. En su mochila traía algunas publicaciones últimas, parte de su cosecha: Sopa de novios, 2006 y La travesía del vikingo almibarado, 2007.
Ahí les va un fragmento del "lirismo inflamado" de ésta "criatura dulceacuicola y delicuescente residente de la luna madre" y perteneciente a la Hipervanguardia Étnica de la Kultura Contemporánea que invoca a todos los alquimistas, brujos y ventrílocuos del mundo a unirse:
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A las huríes


En estas secuencias del torbellino las mujeres embarazadas del reino perpetuo esperan el verano en la puerta de sus casas. Están aspirando la fragancia robada de las flores con la suave y deslumbrante emoción de sus antiguos amoríos. Ellas siempre comparten con nosotros sus verdes sonrisas impregnadas de sacrificio expiatorio y de fidedigna eufonía. Son las musas de maíz que renacen con sus trenzas redentoras en el camino pronunciado de su lenguaje albúmico y cactáceo. Son las que surcan el ritmo continuo de este enjambre donde los círculos concéntricos del paraíso se fueron ampliando hacia la ruptura cósmica con el silencium y la inercia de los neumáticos. Así con el exilio y todas las caras de la realidad atribulante y funambulesca dieron a luz la poesía y al canto de sus espejos. A la pubertad abstracta de estas casas de algodón y a todo aquello que pretendió marcharse con las alas de noviembre y sus coronas, pero todo quedó en la pátina de estas reminiscencias solo aptas para criaturas hipersensibles e intemporales. Igual como ustedes que conservaron el cáliz de la belleza y la inmortalidad en la ruta de la duna y la constelación de Orión.