Entrevista en Arteidea

diciembre 22, 2008
A inicios de año el narrador limeño Fernando Carrasco, autor del libro Cantar de Helena y otras muertes tuvo la gentileza afortunada o no, de hacerme una entrevista. Me comentó que a solicitud de Jorge Luis Roncal, director de la revista Arteidea. En el transcurso del tiempo tanto entrevistador como entrevistado habíamos olvidado el asunto hasta que el mismo Fernando tras recibir una invitación para asistir a un evento en Ayacucho supo que dicha entrewiev había sido publicada. Hoy he vuelto a releerla en archivo Word y una vez más he hallado otro motivo para que el próximo año vuelva reeditar Soliloquio de las hojas y Danza ominosa, textos que fueron editados en ediciones mínimas y casi totalmente artesanales (solo la carátula del segundo pasó por offset). He aquí la bendita entrevista:

 




Entrevistado y entrevistador, bebiendo un baldecito de chicha y unas chelas. Chiclayo 2008.


“Hay un momento sin duda en que los poetas y todos aquellos que se denominan artistas te hastían”

 
Por Fernando Carrasco

Tu primer libro Inútil Inventario, es un libro signado, desde el título, por un escepticismo existencial y cierto desencanto por la vida misma. ¿Qué opinas al respecto?

Es probable que haya un escepticismo existencial y hasta un cierto desencanto. Mas no lo afirmo contundentemente. Han pasado ya cerca de siete años y no he vuelto a releer este libro. Y más que opinar, asunto bien jodido tratándose de una obra propia, diría que el único recuerdo que me queda de Inútil Inventario son sus poemas construidos a base de gritos, pujos, execraciones, catarsis. Esa piel de animal tosco y apocalíptico, ese olor a grama fresca. Nada más que eso.
No obstante reflejar cierto desencanto por la vida, se percibe en este libro un tono sosegado acompañado de imágenes muy sugestivas, a la manera del hayku japonés. ¿Qué otras influencias reconoces en tu poesía?
Cosa curiosa, hasta el día de hoy no habré leído más de diez haykus. La brevedad de mi poesía se debe, en todo caso, a una concepción formal que tengo sobre ella. Considero que abundan los poemas poblados de versos y de broza, estando el poema en unas cuantas líneas. Y si de influencias se trata, me resultan difíciles de reconocerlas. Para ser más preciso hablaría de gustos, de sintonía poética y hasta filosófica con determinado autor. Y aquí si que podría citar a algunos: Baudelaire, Nietszche, De Nerval, Benedetti, Henry Miller, Michaux, Erasmo de Rótterdam, Cioran, entre otros seres creativos y pensadores que en cierto modo me resultan compinches y que en algún momento me han hecho decir, caramba, esto me hubiera gustado escribir o en el mejor de los casos, esto que acabo de leer es casi mi idea, lo que yo siento y pienso.
Soliloquio de las Hojas es un libro-objeto donde lo lúdico ocupa un rol protagónico. ¿Cómo nace y cómo se produjo esta experiencia poética?
Este proyecto se mantuvo guardado durante algunos años. Fueron conceptos que fui anotando y que a inicios del 2003 los llevé a cabo junto a Oscar Alarcón y unas amigas, pues las características de su realización requerían de ellos. Mi habitación se convirtió en un especie de taller. Pero vayamos por partes. Todo surgió a partir de la lectura de Papel, libro de Eielson, hacia mediados de los años 90. Al terminar de leerlo, inconcientemente fui imaginando otros textos, otras intervenciones sobre la hoja en blanco. Y así fueron creciendo. Transcurridos cerca de siete años decidí llevar todos esos conceptos a la realidad misma, a la formación y edición de un libro concreto (a propósito de ello también está la poesía concretista brasileña), tangible. De manera que se hicieron 200 ejemplares, todos ellos hechos de manera artesanal, uno a uno. Cada cual con una personalidad propia. E incluso las carátulas, hechas por mi amigo el pintor piurano Alarcón, quien las compuso en Trujillo. Nos llevó varios meses. Imagínate, conseguir 200 hojas vegetales, disecarlas y luego pegarlas sobre la otra hoja, esta vez en blanco y de papel, solo para llamar a este poema dos hojas. Fue entretenido, casi orgásmico el concebirlo y hacerlo palpable. Es, si se quiere, un homenaje a Eielson. Un artista entero.

Ya en el libro Danza Ominosa el amor ocupa un lugar protagónico. Hay una suerte de propuesta donde el amor nos salva de la soledad y el tedio, pero a la vez nos perturba y consume. ¿Podrías ampliar esta idea?

Definitivamente, el amor, en términos generales, siempre será un tema incierto. Centrándonos en algo más especifico, punto al que te refieres, creo que nadie, para empezar, se salva de sus garras. Hasta el ser más desafortunado ha amado a hurtadillas. Y no es que sea uno de ellos (ja aja ja) pero sin duda una de las cosas terribles de todo esto es que ni siquiera el amor puede eximirte de tu soledad, de tu tristeza, de ese gran vacío que llevas contigo por el solo hecho de existir y respirar. Y es que el amor es un chasquido de dedos, una burbuja efímera. La idea primordial es tener conocimiento de esa fugacidad para que no haya en tu alma dolor. O en todo caso, permanecer constantemente enamorado o ebrio.
En este libro aparecen también otros temas como el vacío, la soledad, la muerte, ese sentimiento trágico de la vida del que hablaba Miguel de Unamuno.
Temas nada novedosos, como verás y sin embargo tan inherentes a nuestra especie. A veces me he puesto a pensar: si el mundo cantara al unísono, un grito horrendo se dejaría escuchar en todos los continentes. Sería una balada tristísima. Además, ¿qué tema es inédito en este mundo? Todo parece estar dicho y escrito. Nosotros, solo intentamos, ilusamente, pergeñar algo, balbucear en medio de un desierto blanco. Y es muy probable que todo nuestro rollo quede ahí, flotando, flotando. No obstante, mientras aún se respira, no queda más que ser sincero a la hora de versificar. He ahí quizá un punto que de pronto nos conduzca hacia la originalidad.

En síntesis, tu lenguaje se acerca a la poesía conversacional, tus poemas son breves y están cargados de poderosas imágenes y metáforas muy audaces. Háblanos de tu concepción de la poesía.

Para empezar, desde un inicio, al estar en este entorno, una de las cosas que no ha dejado de incomodarme es que me llamen poeta. Es como si al carpintero no lo llames por su nombre sino por su oficio. Y el oficio es sagrado, tan sagrado como para ser pronunciado en esta atmósfera, en este mundo donde abunda la hipocresía. Además, la poesía no solo está en los libros. La encontramos más saludable en la realidad misma. En la bella silueta de una muchacha, en la tierna caricia de un niño, en el vuelo suspendido de un colibrí tratando de alimentarse, en fin. Y pensar que en algún momento este monumental poema que es la tierra desaparecerá, será borrado del espacio.
¿Qué nuevos proyectos literarios vienes desarrollando?
Como siempre, trato de vivir más que escribir. Y si por mí fuera, sería un eterno errante. Conociendo nuevas comarcas, ciudades, gentes nuevas. Hay un momento sin duda en que los poetas y todos aquellos que se denominan artistas te hastían. Y hasta los libros. Hace tiempo he perdido ese afán de devorar palabras, oraciones y todo ese rollo. Tanto así que ahora creo ser un completo inculto. Y no me avergüenza ni me hace sentir mal, desdichado. No obstante, por ahí estoy haciendo germinar un par de textos, poemas y prosa. Ya se verá que sucede.

¿Mantuviste algún contacto con el desaparecido poeta Juan Ramírez Ruiz?

Recuerdo que la última vez que lo vi fue durante el otoño del 2006. Fue a mi casa, en plena mañana. Ambos, creo, nos teníamos un gran aprecio. Y de eso, hace poco, su hermano, don José, como lo llamo, me lo hizo saber a través del móvil. Con Juan hemos compartido varios días, noches de conversación, bebiendo algunos tragos o en el más tranquilo de los casos, con un vasito de gaseosa en las manos. Pero esto último solo sucedió una vez. En otra visita que hizo a mi casa, siempre durante la mañana.

¿Cómo ves actualmente la movida cultural en Chiclayo?

No ha cambiado desde hace varios años. Es decir, siempre las mismas caras, los mismos discursos, las mismas taras y poses. De hecho, no dejan de haber conciertos de rock, recitales, presentaciones de libros o qué sé yo, pero siempre manteniendo esas características. A lo mucho, existirán un par de grupos que con las justas o medianamente activan la escena literaria. Harta, que la cultura y el arte sean parte de una elite, de un pequeño grupo. Abotaga. Y también asquea el encuentro y desencuentro de los egos. Es por esto que quizás no duran mucho los grupos. Es por esto que quizás la gente no acude al llamado de un evento. Habría que reflexionar al respecto y no solo como un asunto propio de esta ciudad sino también de otros lugares, del país entero. Sin embargo, lo más rescatable es la persistencia. Peor es que no haya nada, ni siquiera un rumor.

¿Qué nuevos poetas y narradores han aparecido en los últimos años en esta ciudad y cómo percibes sus trabajos literarios?

Es algo muy extraño lo que ocurre con la nueva promoción de poetas en esta ciudad y otras ciudades del norte. Ya llegamos al 2010 y el panorama es un tanto desolador. Hasta el momento no hay nada claro. No hay revistas y son mínimas las plaquetas editadas. No obstante, hace no muchos meses atrás, apareció el grupo literario Signos, los que a final del año pasado publicaron una antología grupal. Matilde Granados y Alex Cieza editaron también durante el 2007, sus respectivos poemarios. En fin, es durante el año pasado en que recién se avizoran algunas figuras. Sin embargo, habría que esperar más tiempo para determinar si realmente en estos jóvenes hay una verdadera vocación. Una integra perseverancia. En este aspecto - e incluso para nosotros - , la vida y obra de Juan Ramírez Ruiz ha sido y será una muestra definitiva y bella pese a todas las circunstancias.

El retorno de Domingo de Ramos

diciembre 16, 2008



Domingo Ramos Ramos, más conocido en el mundo de las letras peruanas como Domingo de Ramos, así a secas, viene realizando una gira international por Estados Unidos y Europa. Domingo estuvo por Chiclayo en más de una ocasión.
La última vez que nos vimos fue en el mes de Santa Rosa y de los tombos, agosto, cuando pasaba por Lima, rumbo a Huancayo. Aquella vez bebimos solo un par de gaseosas pues como se sabe el autor de Arquitectura del espanto sufría de unos tremendos dolores musculares.
Vía correo me conecté con él para hacerle unas cuantas preguntillas que ahí les va.

¿Hace cuántos días que has llegado a Lima?

Hace unos días, cerca de una semana, venido de las Europas.

¿Y qué tal el recital en el King Juan Carlos I Center de New York University?


Fue muy bueno, hubo un recibimiento cálido y con organizadores que saben de poesía y lo valoran por supuesto, muy diferente con los de aquí.

Y tu experiencia en Europa, ¿en qué consistió el vacilón en países como Alemania, Italia y España?

Los viajes siempre enseñan y uno aprende mucho, confrontas tus trabajos con otros y en ámbitos diferentes y eso es sumamente estimulante.

¿Extrañaste Lima? ¿Compadre, te ha entrado la nostalgia al alma en algún momento?

Extrañar, no, para nada .Lo que extrañaba era dormir tranquilo para luego escribir. A veces estos viajes son agotadores y estresantes.

Fácil te hubieras quedado por allá, acá no pasa nada, ¿lo has pensado? No importa de ilegal brother.

Ya lo he pensado pero por ahora todavía, quizás mas adelante.

¿Harás una presentación oficial de tu reciente libro, Dorada Apocalipsis, publicado por el sello de Cecilia Podestá?

En eso estoy, quisiera presentarlo en todas partes de Lima y el Perú.

Ahora que estás de vuelta a Lima, ¿qué proyectos vienen en camino?

Estoy viendo mis dos libros inéditos que lo anuncio en mi blog y no sé qué me depara el futuro, yo no pienso ni me hago paltas por eso del mañana.

A ver si luego haces una gira por el norte de peruavian pues

Gracias por la invitación, me gustaría hacerlo.




El ocaso del Patio Azul




Con el paso de los años, el Festival Internacional de Poesía El Patio Azul, sin duda fue convirtiéndose en uno de los eventos más importantes de nuestro país. Fui invitado para el II Festival, realizado en setiembre del 2003. En aquella ocasión participaron Antonio Cisneros, Carlos López Degregori, Arturo Corcuera, por solo mencionar al sagrado ganado. Y de fuera vino el poeta ecuatoriano Adoum. Nos recibieron en un hotel de primera, hubo vino de etiqueta, parrilla y antes de empezar todo la situación Susana Baca le puso el ritmo al primer día de inauguración.
Hace poco recibí un e-mail invitándome al VII Festival. Sin embargo esta vez el rótulo de nacional o internacional no aparecía por ningún sitio. No había nada de nada. Nada de pasajes ni hospedaje. Nada. Algo jodido para el precario bolsillo de quien escribe esta notita y de pronto para varios de los que les habían hecho llegar dicha invitación.
Y quizá hubiera sacado un poco de empeño para asistir pero lo que intuí esta vez fue la premura y por ende la improvisación de quienes estaban realizando este VII Festival: el INC de Cajamarca. Se trataba de una institución oficial que al parecer desde ya contaba con un fuerte auspiciador: Yanacocha. Aparte de otros logos nada desdeñables que vi. dentro del afiche enviado como archivo adjunto. Así que desde un primer inicio decidí no asistir.
Este sábado 13 de diciembre, concluyó este triste Festival. Más de un par de amigos que fueron me dicen que algunos de los personajes que le dieron fuerza a este evento, llámese Alberto Benavides, Rodrigo Núñez o Magnolia no se le vio ni siquiera en foto. Antares, artes & letras, solo apareció como auspiciador. Los recitales no se llevaron a cabo en el complejo Belén sino en la Asociación de Artistas Aficionados. Eran más la gente local que los cuatro gatos venidos de afuera.
Algo desolador pero cierto. Todo parece indicar que el Patio Azul agoniza detrás del cerro Quilish o de cualquier otro cerro cajamarquino.




Confusión en las preferencias

diciembre 10, 2008
Angie Cepeda


Sin lugar a dudas es la telenovela el género televisivo más polémico por lo poco que aporta y lo mucho que roba a sus seguidores (as).



Tan cotidiano como caminar por la más céntrica de las avenidas o almorzar metódicamente pasado el mediodía, es el ver a cualquier ama de casa u otro mortal, bien sentaditos frente al televisor, disfrutando de nada menos y nada más, que de una liviana telenovela cada 60 minutos, incluidos los comerciales.
Y es que la presencia de este género televisivo ha logrado familiarizarse dentro y fuera de todos los hogares de nuestra sociedad, de tal modo que por el hecho de no simpatizar con aquellos gustos, bien le podemos caer antipáticos o hasta parecerles extraterrestres, seres que no pertenecemos a este mundo.
No obstante la ironía, lo cierto es que en estos tiempos nadie escapa de saber qué telenovelas están de moda. ¿Y todo gracias a que? Pues nada más obvio que a la amplitud y velocidad con la que se desplaza la información hoy en día. Bendita información que atraviesa parques, sube a los buses, deambula por las calles o se estaciona en las bodegas.

Todas las edades, todos los gustos

Mas el asunto no queda allí. Hasta el momento existen producciones mexicanas, argentinas, venezolanas e inclusive peruanas que no sólo realizan aquellos típicos argumentos en que un apuesto y adinerado muchachón se enamora de su domestica u otra chica pobre - pero rica en el más amplio y físico de los resultados -, sino que también desde hace algún tiempo atrás vienen ambientando sus temas en torno al mundo infantil, juvenil y adulto también.
He allí Luz Clarita, Grande Pá, Torbellino Boulevard, Jugando a ganar y Mirada de mujer. Por su parte, los de la tercera edad tienen que contentarse con un papel secundario o en todo caso volver a recordar sus añejos tiempos de apogeo.
Y aunque estas realizaciones resulten superficiales, el hecho es que no dejan de ser productos y, como es bien sabido, todo producto que sale sin duda está destinado a entrar en un mercado y desde luego a ser consumido. Tiene que gustar y una vez más gustar a la gente. Y la gente no solo degusta, sino que también suele comerlas diariamente con los ojos. Come ocio, sueña ocio, toma una telenovela antidiet a cada hora.

¿Herrar es humano?

Sucede que el errar aparte de ser humano, es también un hábito en nuestra especie. De tal manera que ahora hablar de verdaderas novelas (o sea, El Ingenioso Hidalgo Don quijote de la Mancha, El retrato de Dorian Gray, Cien años de soledad, o la que recuerde el lector), es hablar y aunque suene como un cohetecillo bamba, de aquellas telenovelas arriba mencionadas. Así es. Tal y como suena. Existe una confusión generalizada en cuanto al manejo idóneo de los términos, su verdadera semántica. Y en ello no sólo participa la tele audiencia o público consumidor. Voluntariamente incluidos están las televisoras que también a cada instante propalan el yerro.
En realidad no sé que cara pondría si estuviese vivo Oscar Wilde, al tener conocimiento pleno de todo esto, de cómo ponen en un mismo costal a su Dorian Gray junto a gorriones, ricos que también lloran y natachas ensoñadoras. En todo caso no me cabe agregar nada más. Angie Cepeda acaba de susurrarme en el oído. Alguna vez tenía que ser el galán.

Entrevista a Luis Salazar Orsi

diciembre 09, 2008

“no me siento peruano, pero sí plenamente amazónico”




En julio del año pasado, el músico, escritor e investigador Luís Salazar Orsi (Iquitos, 1954) fue galardonado con el Premio Paucar 2007, otorgado por el Concejo Regional de Cultura de Loreto en reconocimiento a su permanente labor creativa e intelectual, siempre unida a todo el acontecer de la Amazonía de nuestro país. Salazar Orsi estudió Ciencias Pedagógicas, Música y Canto en la Universidad Estatal de Pedagogía V.I. Lenin de Moscú. Después de haber laborado en la Universidad Enrique Guzmán y Valle durante diez años, fijó su residencia en el Alto Mayo, siendo actualmente catedrático en la Universidad Nacional de San Martín.



Transcurrida la premiación, ¿qué sensación te queda respecto al hecho de que tu obra haya sido reconocida con el Paucar? ¿Sientes una mayor responsabilidad con el desarrollo de tu trabajo?
Por supuesto. Para mí el Paucar 2007 es un reto que me compromete a publicar a corto o mediano plazo todos mis trabajos inéditos sobre la Amazonía. Por otra parte, me ayuda a tomar conciencia de que debo terminar aquellos trabajos de investigación y creación que tengo inconclusos, especialmente los referidos a la región amazónica.
Para la gran mayoría de quienes vivimos cerca del Pacífico, la existencia de este Premio —además de otros acontecimientos ocurridos en esa parte del país— nos resultaba desconocida. Sin embargo, tiene una notable importancia, ¿a qué crees que se deba tanta distancia e indiferencia?
A que los peruanos formamos parte de un país que todavía no ha llegado a su madurez (¿llegará algún día?), pues desconocemos la mayor parte de su realidad. Sin conocer el Perú ni conocernos mutuamente difícil lograremos articular algo que se parezca a un país. Por ejemplo, debo confesar que yo no me siento peruano, pero sí plenamente amazónico. Mi patria chica es Rioja y mi patria grande es la Amazonía. ¿En qué recodo del camino se habrá quedado el Perú?
Entre los que han sido reconocidos con este Premio se hallan Róger Rumrrill y el pintor ucayalino Pablo Amaringo, ¿cuál es tu apreciación sobre la literatura, el arte y el trabajo intelectual en la región amazónica?
Que en todas partes se cuecen habas. Es decir, afirmo que en mi región existen y se renuevan permanentemente variadas y numerosas expresiones artísticas de consideración, tan importantes como desconocidas para el resto del país.

Tu formación académica ha estado centrada en la pedagogía y la música, ¿de qué manera es que llegas a abordar la literatura?

Por la sensación de inmediatismo que nos da la obra literaria: publicas y llegas a las manos de los lectores. Me da la impresión de que con la música no comercial (que es la que yo escribo y practico) y particularmente con la pedagogía, tus ideas y propuestas pueden demorar más tiempo, a veces generaciones. Asimismo, me vi obligado a hacer literatura urgido por la necesidad de escribir mejor lo que otros escritores amazónicos ya habían escrito mediana, mala o pésimamente.
En 1990, publicas un ensayo sobre la música popular de la selva, ¿en qué se diferencia ésta con respecto a la de la costa y del Ande?
La diferencia se encuentra en las vicisitudes históricas y en el medio ambiente. Y, más específicamente, en que la música popular costa y sierra tiene un crisol común: la música de las culturas preincas y de la inca. La nuestra no comparte ese ancestro. Pero hay otro elemento avasallador: en la selva gran parte de la música sigue siendo elemento ritual fundamental y hierático de la vida, mientras que en la mayor parte de las expresiones musicales de costa y sierra ese elemento ha desaparecido, si exceptuamos el Altiplano y algunos sectores de la sierra centro-sur.
Con la música has viajado por diferentes países de América y Europa, ¿qué concierto tuyo es el más grato para el recuerdo?
El que di en una escuela de Bellas Artes de la ciudad de Guatemala, en julio de 1997, para profesores y alumnos, pues logré un asombroso coloquio espiritual con el público desde el primer acorde hasta el último. El ambiente era insuperable: un auditorio sencillo, muy acogedor y muy acústico, cuyas paredes estaban formadas por grandes ventanas de vidrio o estaban cubiertas de cuadros pictóricos.

En 1974, fundas la Orquesta de Cámara de Trujillo, ¿cómo era el desenvolvimiento cultural de esa ciudad en esa época?

En Trujillo se vivía una etapa de letargo en el ámbito musical, pues la orquesta sinfónica local había sido cancelada desde Lima por una demonio que esos años ocupaba la dirección limeña del INC. Algunos músicos de la ciudad que se habían quedado se encontraban desocupados (los demás habían emigrado a Lima o al extranjero). La Orquesta de Cámara de Trujillo se fundó también gracias al arribo sorpresivo del notable músico y compositor chileno Mario Baeza Marambio, intelectual de izquierda que venía huyendo de su país para salvar su vida. De este modo e indirectamente, otro demonio, el General Pinochet, participó en este acontecimiento histórico de la ciudad norteña.

Dentro de tus composiciones musicales hay una buena parte dedicada a los niños, ¿qué te impulsó a esto?, ¿es fácil encontrar un código que nos permita entrar en el mundo de la niñez?

Hay uno que no falla, pero no todos pueden encontrarlo: es el código de la propia niñez, pues, como afirmó Saint-Exupéry, todos hemos sido niños, pero pocos lo recuerdan. Además, empecé a escribir canciones para niños por la irrupción asombrosa de mi hijo primogénito: Dersú, que nació en agosto de 1988, en Lima. Su presencia fue un impulso tan fuerte que aún hoy perdura. El resultado son más de 200 canciones, marchas y danzas para niños.

Al regresar de Moscú, revalidas tu carrera de profesor en La Cantuta y luego te quedas laborando en esta misma universidad, ¿por qué decides salir de Lima y fijar tu residencia en Rioja?

Porque hacía años que vivía hastiado de Lima. Las ciudades grandes y muy grandes no fueron hechas para mí. Pero la gota que colmó mi resistencia fue la acción brutal de otro demonio (Fujimori) que introdujo al Ejército en el seno de tres universidades-símbolos del Perú: UNI, San Marcos y La Cantuta, donde se quedaron años fastidiando y, en ocasiones, como se sabe, asesinando.

En alguna parte de tu discurso leído el día de la premiación, refieres que la vida y la belleza de la Amazonía están amenazadas y que esto es lo que prácticamente te ha llevado a escribir, ¿se logrará salvaguardar el medio ambiente y la cultura de la Amazonía?

No lo sé. Pero lo que sí sé es que éste es el mayor reto del hombre contemporáneo, es decir, de todos los hombres y de cada uno en particular, pues para la disyuntiva Vida-Muerte no hay salida posible, para nadie. Estoy convencido de que, si se logra salvar el espacio amazónico, se salvará la humanidad. No hay alternativa.
En efecto y teniendo en cuenta esto, el gobierno de Brasil y la Unión Europea han emprendido, hace no mucho tiempo, un proyecto para desarrollar investigaciones sobre la Amazonía y el efecto del calentamiento global. De hecho se toma en cuenta lo que acabas de decir: la gran importancia que tiene esta parte del mundo para la permanencia y el equilibrio de la vida de nuestro planeta. En tal sentido, ¿consideras que el gobierno de Alan García, con la creación del Ministerio del Medio Ambiente, realizará proyectos similares y habrá mejoras en relación a este tema?
No. Lo que quiere el presidente es abrir más espacios para poner allí a la gente de su partido. Con más burocracia y sofisticada demagogia no mejorará en absoluto la situación de emergencia de la Amazonía.

¿En qué proyectos andas últimamente?

Publicar los libros que tengo en el cajón y, por supuesto, cumplir con el compromiso que me exige el hecho de haber ganado el premio Paucar 2007: un honor y un reto.

Bueno, para finalizar esta entrevista, suponiendo que de pronto te vieras convertido en un demiurgo amazónico, quisiera saber en qué criaturas de la selva convertirías a Fujimori, Montesinos y Alan García.

En congompes, con perdón de los congompes. Los veo: tres animales rastreros que dejan una baba asquerosa por donde pasan.

Presentación de Amórfor en INC de Chiclayo

noviembre 30, 2008



VIERNES 12 DE DICIEMBRE
COMENTARIOS:
VÍCTOR CORAL, VÍCTOR RUIZ Y PAUL GUILLÉN
NOTICIA DE LOS SUSODICHOS:
SALOMÓN VALDERRAMA (La Libertad, Chilia, 1979)Autor de Facción de imperdido al arte (2005, inédito), Sé escudo (2008, inédito) y Amórfor (Sol negro editores, Lima, 2008). Ha trabajado en un camal. Artículos y poemas suyos han sido publicados en Atril (Salamanca), Galerna (New Jersey), Aquilón (Mexicali, Baja California), Paralelo Sur (Barcelona), Arquitrave (Bogotá. D.C.), Wayra (Uppsala, Suecia), Ciberayllu (Columbia), Letralia (Cagua, Venezuela), LetrasS5 (Santiago de Chile) y otras. Ha sido antologado en Poesía Perú Siglo XXI (Fundación Centro Cultural Yacana, Lima, 2007), en Nueva Poesía Hispanoamericana (Lord Byron ediciones, Madrid, 2008) y en 2+ No Antología No Contemporánea de los Poetas Amigos (Estanoesunaputaeditorial, Lima, 2008). En la actualidad prepara el poemario titulado La Catedral Sumergida y dirige la bitácora Música del futuro frío (
http://musicadelfuturofrio.blogspot.com/).


VÍCTOR CORAL (Lima, 1968)Estudió Ciencias Administrativas y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En 1998 fundó la revista literaria Ajos & Zafiros. Ha publicado los poemarios Luz de limbo (2001), Cielo estrellado (Santo Oficio, 2004) y Parabellum (Santo oficio, 2008), y la novela Rito de paso (Norma, 2006). Ha hecho crítica literaria y periodismo cultural en los diarios La República y El Comercio. Ha publicado poemas, artículos y ensayos en Letras Libres, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Hueso Húmero, Periódico de Poesía (UNAM), Quehacer, Letras S5, La Siega, y más.

VÍCTOR RUÍZ (Lima, 1982)Estudió Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha publicado en diversas revistas del medio, así como en revistas de Argentina, Chile, España y Colombia. En el 2003, su poemario “Con una espina en la mano”, quedó finalista en el Concurso Nacional de Poesía organizado por la UNFV. El mismo año ganó los Juegos Florales de su casa de estudios. En el 2004 quedó finalista en el Concurso Nacional de Poesía organizado por la editorial Dedo Crítico con su poemario “Díptico”, que incluía los libros “A vuelo de pez” e “Iniciación”. En el 2005 publicó los libros “Idus de marzo” (edición limitada a 100 ejemplares) y “Aprendiendo a hablar con las sombras”, cuya primera versión de la segunda parte del libro (“Cuando las hojas caen en primavera”) ganó los juegos florales de su facultad en el 2003 bajo el nombre de “Acercamiento a un tema”. Fue uno de los editores de la serie de plaquetas “díptico”, serie que publicó a los más destacados representantes de la narrativa y poesía peruana de los últimos tiempos. Actualmente forma parte del Consejo de Redacción de la Revista Trimestral del Cuento Latinoamericano “Mil Mamuts” (editada en Argentina). Dirige el sello editorial Lustra Editores, con el cual ha publicado a autores de la talla de Rodolfo Hinostroza y Óscar Hahn, así como a autores noveles. Sus últimos libros de poesía publicados son Délibab, enemigo del viento (2007) y Liebe la muerte en el otro (2008).

PAÚL GUILLÉN (Ica, 1976)Estudió literatura en la Universidad de San Marcos, de donde se graduó con una tesis sobre el libro Monte de goce de Enrique Verástegui. Publicó los libros de poemas: La transformación de los metales (tRpode, 2005) e historia secreta (C.C. de España-Lustra editores, Colección Piedra/aangre, 2008). Ha sido incluido en las antologías El decir y el vértigo. Panorama de la poesía hispanoamericana reciente (México: 2005) y Álbum de arena. Primera antología binacional de poesía contemporánea Ecuador-Perú (Ecuador, 2008). Ha sido traducido al quechua, portugués y francés. Realizó las antologías Gesto de Julia Ferrer (2004, en co-autoría con Renato Gómez) y Poesía peruana contemporánea. 33 poetas del 70 (2005). También, ha publicado ensayos y entrevistas sobre poetas peruanos y extranjeros, en revistas como Tsé-Tsé (Buenos Aires), Galerna (New Jersey), Hispanic poetry review (Texas), Proyecto Patrimonio (Santiago de Chile), Martín (Lima). Actualmente, forma parte del consejo editorial de El billar de Lucrecia (México), dirige el blog, revista virtual y editorial Sol negro (
http://www.sol-negro.blogspot.com/) y es miembro del movimiento Hora Zero.

HABRA VINO Y HARTA POESÍA EN FALDA

Ricardo Paredes Vassall: conversación en el Queiroloo

noviembre 17, 2008
En el mes agosto, durante mi última visita a Lima, un amigo me presentó al filosofo ancashino Ricardo Paredes Vassallo, profesor en la Universidad de Taiwán y autor de varios libros. Recuerdo que los relojes estarían marcando las 10 y tantos. Recién estaba tomando el desayuno en un pequeño restaurante del centro. Aún fuera de Chiclayo es mucho más placentero despertarse un poco tarde. La resaca de la madrugada, el frío, el ambiente gris. A uno como que le entran ganas de quedarse dormido y para siempre en esa inmensa cámara de monóxido de carbono que es Lima. Pero bueno, Ricardo tuvo la gentileza de obsequiarme su reciente libro La plaga humana y quedamos en vernos al mediodía en el Queirolo.
Mientras bebía el café hojeé su libro y de inmediato pude percibir su agrio escepticismo. En Cioran podía encontrar hasta poesía pero en este tipo los asuntos de reflexión eran como dardos venenosos. Así lo pude comprobar cuando nos reunimos en el Queirolo. “Mi libro es un tratamiento filosófico”, me abordó de inmediato y uno de los componentes de lo que denomina plaga es el mismo ser humano. “La sociedad humana no tiene objetivos”, dice luego, “los objetivos son tan solo personales”.
Pedimos unos ravioles y un par de botellas de vino. ¿Pero el hombre si ha hecho cosas durante todo este tiempo, ha construido e inventado esta sociedad? Me replica, “el hombre no crea nada, somos parásitos racionales y si hay un propósito colectivo es ser comida de anímales. Para eso nos ha puesto la naturaleza en esta tierra”.
Hablamos un poco de política. “Hasta los perros tienen poder”, me dice. Recuerdo una parte de la canción Guachimán de la Sarita. Bebo un gran sorbo de vino. “Imagínate, en el mundo un rico vive de un millón de esclavos”. ¿Y en el Perú? Solo atina a señalar que ocho son los que nos gobiernan y a estos “ocho blanquitos fácilmente podrían ser arrojados al mar en una tarde”. ¿Y sobre Alan, nuestro querido y amado presidente? “A Alan le pesa más la lengua que el cerebro”. Sonrío. Fácil me digo imaginando una lengua tipo la de los Rolling Stone.
A eso de las 3 tuvimos que despedirnos. “Creo que he vivido lo suficiente”, comenta antes de despedirnos, “sin embargo no creo en mi vida, mi vida como la de otros es algo general, sin importancia para la humanidad”. Una linda tarde más allá de comparta sus ideas. Aún creo que no todo es una plaga y aún creo en mí, la familia y los amigos.



El falso profeta, unos tragos y Jethro tull a nuestro costado

noviembre 15, 2008



Este viernes me visitó mi amigo Elvis, más conocido como el Falso profeta. Hacía tiempo que no lo veía. Supe que había estado por Lima, Arequipa y no sé qué lugares. Entre lo primero que me contó fue que en su mochila tenía un trago y que por fin había conocido al Gigante de la ciudad. Que ahora no le temía al asfalto ni a las multitudes.
Al poco rato llegó mi primo Toño y mientras bebíamos la conversación seguía su curso. Y también la música. Chequeamos algunos videos de gentita antigua y brava: Alice Cooper, Los Rolling Stone y Jethro Tull.
Llegada la noche y a la franca no sé cuándo lo volveré a ver. Recuerdo que mi primo me preguntó luego de su fuga qué quién era qué hace. Yo solo atiné a decirle que era mi pata Elvis, El falso profeta, un loco que hace esculturas con las raíces de los árboles y sobre los polos de sus amigos pinta una serie de quimeras. Y la verdad es que nunca me ha dicho su apellido ni donde vive. Tampoco le he preguntado durante todo el tiempo que nos conocemos, más de un lustro. A veces la amistad es más importante que todo hecho nominal y de procedencia.
Me hubiera gustado dejarles con un video Whit you there to help me, una canción de Jethro Tull, pero ta demorando como michi. Así que a ver si dentro un rato bebo no importa una gaseosa.

¿Y qué será de la vida de Javier Gálvez?

noviembre 06, 2008




Uno de estos días Ernesto acaba de devolverme, luego de varias lunas e insistencias, el Libro de Daniel, poemario de Javier Gálvez, editado por Jaime Campodónico en 1995.
Este brother estudió en la San Marcos y en una de esas ganó una de las versiones clásicas de los Juegos Florales organizados por dicha universidad (1995). Javier me hizo llegar su libro con un amigo, su tocayo Javier Rodríguez. De eso hace ya varios años. “Para volver a nacer y alcanzar la mar y la infancia”, escribió en su dedicatoria. Corría el año 98. Acabo de ver la fecha.
Lo que ocurre es que Gálvez nació en Chiclayo, año 1966. Estudió en el colegio Manuel Pardo y supongo cada año seguirá viniendo pues sus padres residen en esta ciudad. Lo último que supe de él fue que vivía en Cuzco, ejerciendo la docencia universitaria. El hecho de ver su libro me ha impulsado escribirle un email a Javicho Rodríguez para pedirle el teléfono de los padres del autor del Libro de Daniel, Fácil que estará en navidad por estos lares.
Les dejo con un texto de este poemario, importante no solo para la literatura hecha por lambayecanos sino también para el estudio de la gente del 90 en las letras peruanas:



CHILAPE


Mira las funestas lagartijas de colas apagadas subir
por los adobes. Y verdes uvas sostenidas por un hábito
de sombras cruzadas por abejas. Y estambres, invisibles
gineceos.

Y tu cuerpo aún desnudo en las aguas de Chilape,
muy cerca de la voz de tus abuelos que ya crecieron
y no pueden retornar.

!Ay de mis abuelos que crecieron y no pueden
retornar! Aguas de Chilape oh flujo maternal
¿Dónde está mi cuerpo, dónde su perfume a menta y
barro seco?

Más abajo, en silencio, allí donde las pancas y la alfalfa
son pisadas por un sol destinado a limpiar el laberinto,
se espesan los flujos masculinos y crecen las abejas
como manchas de tinta desde el alba.

(Lanza, lanza una moneda al fondo de las norias.
Y escucha el rumor de todo lo que amaste,
estancado y sin salida.
En el agua de las norias verás la cicatriz.
Tus labios abiertos por la miel y un sonido.
Tus ojos que aprendieron a pesar la luz
antes del instinto.
Antes que la moneda toque el fondo, ya tú
habrás crecido.
Lanza, lanza una moneda al fondo de las norias.
El temblor de agua es la infancia que ahora copias
)

PURAS PALABRAS (pseudo asedios criticos)

noviembre 04, 2008




Pétalo Camario, amtología perosnal de Carlos Bancayán
Carlos Bancayan (Chiclayo, 1943), por siaca no lo conozcan es un permanente activador de la escena literaria local y acaba de publicar Pétalo Canario, libro que pretende constituirse en una antología personal. El sosegado y caballeroso amigo Carlos cuenta con 65 años y no se le ha ocurrido mejor idea que hacer una selección de poemas extraídos de tres poemarios anteriores: Poemas dispersos (1975), Sentidumbres / la costumbre de sentir (1979) y Pastor de Colibríes (1994). Aparte de ello, ha incluido Pétalo canario, flamante conjunto de poemas que recién ven la luz y cuyo titulo abarca toda la mancha de textos.
Francamente, una de las cosas que pude notar ni bien empecé a deshojar Pétalo es el notorio descuido con que ha sido tratado antes de ser llevado a prensa. Aún las espantosas fuentes de letras, anunciando los subtítulos resultan un baldazo de pintura negra sobre los ojos. Luego me encontré con un “(sigue)” al finalizar una pagina (pág.: 9, 25, 27, 46, 48, 52) y por supuesto que no era necesario colocar semejante advertencia. Me pareció una subestimación, una palabra de menosprecio ante la inteligencia de cualquier prevenido lector. Claro estaba que el poema continuaba en la página siguiente. Más adelante palabritas construidas con ingenio e ingenuidad y cuyos significados aparecían como pies de página: salvio: aspiración juvenil a lo sabio y salvo (pág. 15); senir: sentir desde el oír (pág. 36); desenjaezando: sugiere desenmarañar, desentrañar (pág. 47).
En realidad era la primera vez que chequeaba la obra general de Bancayán y así pude ver que sus primeros textos fueron escritos a inicios de la década de los hippies. Para ser más preciso en 1960, cuando aquél tenía 17 años. Desde esa época primigenia la figura femenina es un recurrente en su rollo poético. En este caso, el de Poemas dispersos, hablamos de una mujer anhelada e inventada para solazar el erotismo desenfrenado de un imberbe adolescente: “La seguiré queriendo a escondidas, / sin que nadie sospeche que la guardo” (Mujer inventada) , “Quiero hollar su reducto, aunque le cueste sangre. / Estos son mis deseos de sátiro enjaulado. / Estos son mis abismos ignotos, mis recodos” (Lúbrica duda). Pero junto a ese impetuoso y extraño amor platónico empieza a descubrir también su entorno, el latido inmisericorde de la tierra y de toda esta tribu diversa y caótica: “El ser humano es acremente acerbo: / mírenlo cómo baila, cómo muerde, / cómo trasuda, cómo se sonríe; / pero pierde sus dientes, con sus sueños” (Hormiga). Y lo monstruo es que a las finales el hombre dice: “¡Nadas hay de viejo bajo el sol, hermanos!” (Vivid la vida) y en otro momento, “a la muerte, tiñámosla de verde, / para enseñarle que es tan solo puerta / de una hermosa esperanza”. Ya antes, iniciando el libro había dicho: “No creo que sean / suficientes / los buenos propósitos: / es menester / sacarse un brazo y / empeñarlo en la lucha” (Liberación). Quizás influido por Heraud. Mas lo cierto es que siempre, después de todo hay una de fe, una esperanza en algo, lo que sea caramba.
En Sentidumbres, –titulo nada creativo y que en lugar de resultar poético nos lleva a pensar de pronto que se trata sobre hechos costumbristas y folklóricos o algo que ver sin duda con las costumbres– vuelve a abordar el tema amoroso pero ya con un poco más de cancha, de calle, de vivencia: “Toda la vida es poca para el amor” (Arte de amar). Y es que la época en que surgen estos versos ya pertenecen a los 70. Carlos estaba en base tres. “!Oh, mujer, / sempiterna / como el mundo!”. Y en cuanto a su mirada en torno al planeta avanza unos pasos más: “¿No será el universo un traje?” (¿Como un traje?). Advierte habilidad y técnica en el supuesto creador de este y otros mundos. Pero al mismo tiempo se da cuenta que nuestra especie está jodiendo nuestra litosfera: “convertimos en / fango los aún azul / mares” (Calofrío aún en verde). Se deja avizorar el desencanto: “ahora siento, sé, palpo y comprendo / lo que debe sentir una aguja oxidada / en su delgado corazón” (Nudo). Me imagino es entonces cuando ante tal angustia y desolación aparece la protectora imagen de la madre, “Cómo decirte tanto, / si hay tan pocos idiomas para ti” (Madre).
Pastor de colibríes, titulo que obviamente es parecido a Pastor de perros de Domingo de Ramos, con la diferencia que éste último tiene un discurso mucho más bravo y fue editado el año 1993, un año antes que el texto de Bancayán, refleja cierto acercamiento hacia elementos tan abstractos y lo hace con gesto calmado y hasta se podría decir de agotamiento. Se dirige a la amistad: “Cuando el tiempo no existe, / cuando el dolor se adorna, / cuando brilla el silencio, / es que quiero a mi amigo” /A la amistad). A la sencillez: “Las personas sencillas viven del cielo claro, / huelen a hierba fresca, / y en sus manos tranquilas / anidan la verdad de las horas / y el corazón del tiempo” (Así). Al borde de la quietud, de un terco cansancio: “porque allí donde me encuentras casi siempre, / allí también, todas las veces, / en todos los horarios, / pertinaz, sonriente, / estaré / siempre / tuyo / / amiga, / vida / mía” (Allí).
En los textos últimos, los que componen Pétalo canario hay una continuación temática de los anteriores pero quizá con mayor determinación, sobre todo cuando se refiere al quehacer poético. He aquí unos versos que me vacilaron de inmediato: “Poeta, eres la sangre de la rosa / y también el ensueño de la ola” (Poesía), Y por lo visto, esta antología, como se puede notar precisamente en este poema, especie de arte poética, bien el libro pudo haberse llamado viento apacible, trueno violáceo, flor de arcilla, falo montaña o suspiro mariposa. En fin, lo interesante de esta publicación es que afortunadamente he encontrado algunos versos que han servido de salvavidas, de destellos. De modo que para finalizar cito estos cuatro que quizás contengan algún vaticinio o maldición: “!Ah, pero ten cuidado! / eres poeta, / recadero encendido / del dolor” (El poeta).
Inauguro con este escrito la sección Puras palabras. Y como diría el mismo Carlos Bancayán en su poema Memento, “¿Todo esta bien en el mundo? No. Todo está como suele estar”.


Caricatura



Trazo y pinta del amigo Julio Armando


Mi amigo Julio Armando Paredes Vásquez hace poco estuvo por esta ciudad. Fue invitado a la I Fiesta del Diantre. Pasa que mí compare no solo escribe su poesía sino que desde los 14 añitos ha colaborado como caricaturista en varios medios de su natal territorio: Tarapoto Perú. Ahora él tiene 21 añazos. Ya tiene más cancha y cada vez más también se parece a Harry Potter. Eso lo hizo notar una vampiresa muchacha de estos reinos. Solo que en el cine se le ve un poco más gordo, alguien dijo. Claro, las cámaras te suben 8 kilos, acotó otra voz.
Lo cierto es que tuve que desencantar a las nenas y los nenes al decirles que era Julio Armando, un amigo que esa noche iba a leer en la fiesta y que de una vez por todas se olviden de autógrafos y de alfombras rojas.
Dentro de todo esto y quizá una de las cosas peores que le ha podido pasar a nuestro amigo Julio es que también es uno de los colaboradores de Entera voz. Aquí un par de caricaturas, impresas en los dos primeros números de la revista.

Entrevista a Víctor Nomberto

octubre 31, 2008


Sociologo Nomberto en pleno trabajo con los Awajún


“Las universidades no pueden ser solamente negocios lucrativos, debe formar el capital humano”

El sociólogo y catedrático de la Universidad Federico Villarreal, Víctor Nomberto Bazán (Chiclayo, 1953) ha publicado -junto a otro docente- el libro Historiografía General y del Perú (Editorial Universidad Ricardo Palma), volumen que comprende la reseña de cuarentaidos importantes obras de los más investigadores sociales del nuestro país y del mundo. Nomberto ha sido invitado a dar conferencias en universidades como Complutense de España y Heildelberg de Alemania. He aquí una parla con mi estimado coterráneo.


¿Que lo motivo a emprender la realización de este proyecto?
Mi propósito es permitir el acceso de la bibliografía historiográfica fundamental a los profesores de historia en los diversos niveles educativos, así como de los estudiantes universitarios en la especialidad de historia. Son cuarenta y dos obras indispensables, que no están siempre disponibles en todas las bibliotecas. Historiografía General y del Perú, recoge las valiosas lecciones que nos otorga la historia y es una guía para la consulta de fuentes internacionales y nacionales contemporáneas.
¿A que se debe el hecho de haber escogido 21 historiadores y otros científicos sociales en cada una de las dos partes del libro? ¿Es un número cabalístico o de pronto, quizá simbólico?
Es un número simbólico. Escogí 21 autores de fuentes para la historia universal y 21 historiadores peruanos y peruanistas porque estamos en el siglo XXI. Algunos historiadores se han sentido excluidos y consideran que la selección ha sido arbitraria. Pero ofrezco que en el segundo tomo de Historiografía General y del Perú, sus obras serán consideradas; especialmente las publicadas por José Agustín de la Puente Candamo, Antonio Zapata Velasco, José Antonio del Busto, Franklin Pease y Armando Nieto S.J.
Muchas personas tienen la idea que la historia es tan solo una serie de sucesos y fechas. Desde su punto de vista, ¿qué significado e importancia tiene para la sociedad humana?
La historia es tanto la investigación llevada a cabo por el historiador, como los hechos del pasado que el historiador estudia. La historia es un recuento de lo que han hecho los seres humanos. Michel Foucault afirma que la historia es la madre de todas las ciencias del hombre, tan vieja como la memoria humana. Sin embargo no todos los acontecimientos participan del recuento y se exponen en el recuerdo histórico. Benedetto Croce señalaba que toda historia es historia contemporánea, ya que consiste en ver el pasado con los ojos del presente y a la luz de los problemas de ahora; dado que la tarea primordial del historiador no es recoger datos sino valorar, porque si no valora no puede reconocer lo que merece ser recogido. Además, el pasado que investiga el historiador vive aún en el presente. La historia comienza cuando pensamos en el transcurso del tiempo humanizado, en función de una serie de acontecimientos específicos, en que los actores se hallan comprometidos y en los que pueden influir conscientemente.

¿Considera usted, como Drinot, que la historia tradicional no es más que un catalogo inconducente, una serie de documentos y testimonios sin ningún valor?

Drinot en su trabajo historiográfico corre el riesgo de arrojar lo sustancial junto a lo accesorio. La historia empieza cuando se transmite la tradición, que significa la transmisión de los hábitos y las lecciones del pasado al futuro. Empieza a guardarse memoria del pasado en beneficio de las generaciones posteriores. Desde luego existen diversas interpretaciones de los acontecimientos, dado que junto al catalogo metódico, disciplinado y perseverante de documentos y testimonios, está la imaginación del investigador que busca desentrañar los misterios y las intencionalidades humanas que allí se ocultan.
Desde hace un tiempo viene ejerciendo la docencia universitaria. En esa interrelación con los jóvenes, ¿ve un real interés por estudiar y desarrollar las Ciencias Sociales?
Llevo 25 años ejerciendo la docencia universitaria en Lima y en las diversas regiones de nuestro Perú. También he sido conferencista invitado en las universidades europeas de Heildelberg, Uppsala y Complutense de Madrid. La Universidad de Heildelberg es la más antigua de Alemania, fundada por Ruperto I, en ella fue profesor mi colega Max Weber. La Universidad de Uppsala en Suecia, fue fundada en 1477 y es la más antigua de Escandinavia. En cada una de estas universidades he podido observar un interés creciente de los jóvenes por las Ciencias Sociales, aplicando los conocimientos científicos a la solución de diversos problemas prácticos que constituyen desafíos para nuestras respectivas sociedades.
¿Considera que en algún momento la pobreza, el desempleo, entre otros problemas persistentes en nuestro país, hallarán solución?
La corrupción y la violencia impiden la solución de la pobreza y el desempleo. No son solo problemas estructurales, están también presentes en el corazón de las personas. Sin bajar la guardia en ningún momento debemos atacarlas en todos los niveles, siendo vigilantes hasta con nosotros mismos, guardando la fuerzas necesarias para ser auténticos en nuestras propuestas de cambio y transformación de lo individual a lo familiar y social; ya que resulta insuficiente un crecimiento macroeconómico.
Durante las últimas décadas ha habido cambios en diversos aspectos de nuestra sociedad. Uno de los que podría señalar es referente a la música. Antes de los 80s resultaba difícil – y casi imposible – escuchar un huaino o una cumbia en una fiesta clasemediera y mucho menos en una reunión burguesa. Hoy hasta el presidente baila con Dina Paucar, ¿qué es lo que está ocurriendo?
Los Presidentes han cambiado, son mas clasemedieros y socialdemócratas. No me imagino a Humala bailando los ritmos del Grupo 5 de Monsefú, Caribeños de Guadalupe, Caliente o Papilón; simplemente porque la izquierda sigue siendo solemne. Transitamos por caminos inciertos, y la música como la moda existe para todos los gustos, reflejando los espíritus de cada época. Es cuestión de saber escuchar y estar en sintonía. Un huaino o una cumbia no dejan de lado a la opera o a la música religiosa, cada una en el lugar y momento adecuado. Aunque la pronunciación de la Pituca de Tongo me parece un exceso, me refiero a la versión en ingles.
¿Con todo esto se podría decir que el indigenismo está retomando sus fuerzas perdidas?
Efectivamente, el indigenismo como expresión de la sociedad civil, que no le tiene miedo ni al mercado ni al Estado. El indigenismo que sabe dialogar. Hoy en día el verdadero indigenismo enfrenta desafíos inmensos y necesitamos beber de nuestro propio tanque histórico como lo hizo Guaman Poma de Ayala en 1615. Aconsejo leer su obra “La Nueva Corónica y Buen Gobierno” hallada en Copenhague (Dinamarca) y cuyo manuscrito puede ser consultado por internet. Esta dirigida al rey español Felipe III, tiene 1200 páginas y 400 dibujos, utiliza la polémica narrativa, combina los pasajes bíblicos con la historia del Tahuantinsuyo. Guaman Poma es un modelo para el indigenismo andino y amazónico de nuestro siglo.
El centralismo siempre ha sido un tema controversial, ¿considera que habría que insistir, ver la manera de encaminarlo hacia su viabilización o en todo caso piensa igual que Mariátegui, al creer que tal realización no resolvería los problemas de las provincias?
La muerte de Mariategui fue prematura y algunos de sus seguidores han deformado su pensamiento. Su hijo Sandro fue dirigente de Acción Popular, y considero que su nieto, el actual director del periódico Correo, debería ser el primero en darle continuidad a sus principios. Respecto al centralismo criollo, me considero un ciudadano del mundo y de la nación, sin caer en los excesos nacionalistas. Soy partidario del Estado unitario con autonomía económica, política y administrativa de sus regiones. Pienso que algunos departamentos están intentando ser regiones, como es el caso de Amazonas y San Martín, que en la próxima consulta popular pueden llegar a ser la primera Región piloto a nivel nacional.
Usted nació en esta ciudad y luego ha hecho su carrera profesional en Lima, ¿qué sabe de la labor intelectual e investigativa en esta parte del país?
Nací en el Hospital de Las Mercedes en la avenida Luis Gonzáles. Mi parroquia es San Juan María Vianney, cuyo párroco fue Monseñor Juan Tomis y actualmente es Ricardo Guerrero. Sin embargo no he sido profeta en mi propia tierra. La labor intelectual en Chiclayo y Lambayeque no se puede limitar al trabajo de las universidades, es una vocación que se forma desde la niñez y juventud. Recuerdo a mi profesor de química orgánica e inorgánica, Enrique Mangana López, de la Congregación de la Misión – San Vicente de Paúl- quién me proporcionó los fundamentos de mi labor investigativa desde el Colegio. En este nuevo siglo veo a muchos lambayecanos que continúan el trabajo de científicos como Pedro Ruiz Gallo y matemáticos como Federico Villarreal.

Lambayeque en sí, como diversos departamentos del Perú, tiene material para ser investigado, ¿Qué opina al respecto? ¿Qué es lo que falta? ¿Personas idóneas, presupuesto económico?

Me parece que no es solo un problema de presupuesto, es un problema de gestión para la investigación, voluntad y disciplina; porque las personas preparadas existen, de lo contrario no tendría sentido la existencia de tantas universidades en Lambayeque. Las universidades no pueden ser solamente negocios lucrativos, deben formar el capital humano de nuestra región. Un ejemplo de buena gestión en arqueología son los Museos Tumbas Reales de Sipán, Brüning y Sicán de Ferreñafe.
Después de Historiografía General y del Perú, ¿qué proyecto continua?
Estoy escribiendo la Historia de los Awajún. Es una historia regional, ubicada en las provincias de Amazonas, el norte de Cajamarca y San Martín. Tengo fuentes bibliograficas, además voy a revisar archivos coloniales y a recoger la propia historia relatada por los awajún con sus mitos, leyendas así como sus propias versiones de las guerras en la Cordillera del Cóndor. Quiero profundizar los estudios realizados por José María Guallart y Manuel García Rendueles de la Compañía
de Jesús.

LOAS DE HUMO




Loas de humo
ES INEVITABLE TENER un cigarrillo entre los labios. Y siempre hay un instante propicio para ello. Para poder caminar tranquilamente sobre la mañana es necesario prender uno. Aquel cierto sabor a tierra húmeda me hace pisar la superficie. El placer vuelve a navegar en mi cuerpo. Enciendo el segundo. Y después de tomar el desayuno, vuelvo a raspar los cerrillos. No importa si el día está soleado o nublado. Es lo de menos. Importa la satisfacción de sentir la tranquilidad en el interior de uno mismo.

Durante estos últimos años a las personas más queridas les he prometido abandonar este hábito, pero al poco tiempo he terminado siendo un gran mentiroso. Ahora no prometo nada. La mentira es una de las cosas que no sostengo muy bien. Simplemente trato de fumar la cantidad mínima. Sin embargo, esto no es posible. Siempre hay un instante propicio, como dije anteriormente, para encender uno.... y luego otro cigarrillo.
El olor del tabaco no deja de perseguirme durante el día. Y es algo usual que al concluir el almuerzo prenda el séptimo. Luego el octavo al encender el computador. El noveno a la mitad de lo que esté escribiendo, y el décimo al terminar. Uno se acuesta y retorna las ganas. Es un tributo cotidiano al atardecer. Y una buena canción es también infaltable: allí están Janis Joplin, Siouxsie and the banshees, Dolores Delirio. Sintonizar emisoras de la radio es terrible.
A todo esto, sé que como muchos otros seres devotos a la nicotina, muero doblemente con cada cigarrillo que fumo. Que disminuyo los minutos de mi existencia. Y no sólo eso, sino que también estoy jodiendo a las personas que están junto a mi mientras tiro una y otra pitada. Que soy un miserable, un egoísta, un agresor. Pero en fin, prevalece la autodestrucción, el placer individual. Y merezco por tanto ir a parar al infierno, donde pueda fumarme todos los puchos posibles, En especial que sean Lucky, rodeado de muchísimas botellas de cerveza y lindas chicas.
Vuelvo a pisar tierra. Estuve alejado del filtro pocas horas y ya tengo otro entre mis labios. La muerte reside entre nuestras carnes. Es parte de nosotros. Entonces, ¿por que temerle? La soledad me dice muy despacito, enciende otro cigarrillo. Total, la materia corporal no es eterna. Y la muerte es una sola. Son diferentes las maneras de llegar hacia ella. Bien puedes desaparecer ahorita o mañana, aplastado por el techo de tu cuarto, pasado un terremoto, o expulsado por la fuerza y velocidad de un auto. Nadie sabe. Es por ello que prefiero hurgar en uno de los bolsillos de mi canguro y extraer otro.

Sin embargo pienso. Hay otras maneras de disfrutar los segundos, minutos, horas. Que la playa no necesita de un cigarro. Tampoco el atardecer ni la noche. Menos la garúa. Mi cuarto apesta. Es el tabaco, el alquitrán, la nicotina. Ya no debo fumar. Este será el último.
Arrastro mis ansias duramente hasta que llega la noche. La calle me espera. Surgen los postes eléctricos, los autos. La ciudad despide su aura de fluorescentes y sin darme cuenta le doy la última pitada a otro cigarro. Se trata de una pitada infinita. Cerca de cuatro cuadras es lo que dura su compañía. Le digo hasta pronto mientras arrojo con suavidad el humo.
¿Ha sido en realidad el último cigarrillo que fumo durante este día? Mejor callo y alzó la mirada hacia el cielo. Respiro un poco de estrellas. La noche penetra mis sentidos. En mi canguro todavía quedan algunos. El silencio, prefiero mil veces el silencio. Y lo hermoso es que aún también la vida me persigue.

Entrevista a Luis Fernando Chueca



Sobre La contemplación de los cuerpos


Luis Fernando Chueca es un atinado crítico y poeta. Esta es una entrevista que le hice luego de la aparición de su último poemario, Contemplación de los cuerpos y la misma que apareció en un medio septentrional y cálido de este bendito país.


El desfile mortuorio comenzó frente a tus ojos cuando tenías doce años, con la muerte de tu abuelo, ¿qué tanto te marcó aquel primer suceso?
Mucho. Supongo que como debe marcar a cualquiera, a esa edad, la conciencia directa de la muerte como un hecho concreto y, entonces, una posibilidad permanente. Esa huella me permite, al mismo tiempo, su uso como un símbolo que establece continuidad, porque abre la experiencia de la muerte, y de ruptura, ya que es la única “muerte natural” en el libro. Todas las demás, como anuncia el poema, serán muertes de gente que no estaba en edad de morir: hijos enterrados por sus padres, para decirlo de algún modo.
¿Hasta qué punto los atisbos de la memoria permiten recuperar la imagen de los seres ausentes y queridos? ¿Qué participación tiene el poema en todo esto?
Los poemas buscan esa recuperación. Son los caminos para lograrla, pero también son una barrera, pues el lenguaje es insuficiente frente a la memoria, tanto como la memoria supone una inevitable distancia frente a lo recordado.
Algunos de tus textos parten haciendo referencia a la escena de una fotografía, ¿es este recurso parte de la contemplación? ¿Hallas alguna similitud entre la practica de este arte con la poesía?
No me he detenido a pensar mucho en el significado de la fotografía, aunque estas han sido puntos de partida indiscutibles de muchos textos. Nuestra memoria de los ausentes se fija, muchas veces, a través de las imágenes que conservan (es un decir) sus cuerpos o sus instantes.
La segunda parte de tu libro, merece una atención detenida, esto sin duda se debe a que coge aspectos casi ausentes en la poética peruana de los 90s, que son los cruentos acontecimientos ocurridos entre Sendero y el Estado, durante las últimas décadas del siglo pasado, ¿qué fue lo que te motivó a ello?
Partió de la necesidad de volver la mirada a lo que hemos sido y a dónde estuvimos (como individuos, como sociedad y también como parte de la “ciudad letrada”) en esos difíciles años. La poesía de los 90 no habló mucho sobre eso y pensar insistentemente en esa ausencia temática, supongo, me fue provocando esas imágenes a modo de una deuda propia que había que pagar. Además, en la estructura del libro apuesto por integrar esos dos ámbitos de la experiencia de la muerte -la cercana (familiar, amical) y la que involucra al país- como parte del testimonio propio del personaje del libro, que intenta también convocar a identificaciones por parte de los lectores.
¿Se podría decir que este libro es una ofrenda al recuerdo de aquellos cuerpos ausentes y anónimos?
Exactamente. Aunque también intenta articular la sensación de desconcierto a la vez que elaborar un discurso crítico y autocrítico con relación a lo vivido.
¿Qué tanto uno se vuelve y, sin quererlo, parte de este “concierto funerario”?

Depende de cada uno el modo y la magnitud en que se asuma esa marca. Aunque la muerte es una experiencia que, en las dos dimensiones que comento, nos ha teñido y nos tiñe, inevitablemente.

¿Realmente crees que con el solo hecho de nombrar a la muerte se puede anular todo movimiento?
No. La muerte es la que anula todo movimiento, y la palabra “muerte” no llega a reflejar la intensidad de esa certeza. Y es ahí que se instala la batalla contra las imposibilidades del lenguaje.
En cuanto a este tema mencionas que ya está presente en tu primer libro, “Rincones” antecediendo incluso las lecturas de Lihn, Gottfried y Sánchez León, ¿nunca se termina de escribir el poema? ¿son los espacios en blanco tan inmensos como aquel descanso eterno?
El poema se termina de escribir, pero hay impulsos o fuerzas que obligan a retornar a ciertos ejes, temáticos en este caso. Así ha sido en buena parte de lo que he escrito.
Y para finalizar, una pregunta con un verso tuyo, ¿es posible mantener la mirada enfrentándote al vacío?Al menos eso he intentado, y las limitaciones del libro tienen que ver también con la imposibilidad o dificultad de hacerlo cabalmente.

Súbete a una moto

octubre 24, 2008


Jamás me han simpatizado las motocicletas. Eso de treparlas como a un caballito de fierro y luego sentir el viento raspando tus mejillas nada que ver. Y si en alguna ocasión las he montado solo ha sido por algún motivo extremo. De eso hace varios años, cuando aún era niño.
Pero bueno, como todos saben, una moto es usada para transportarse de un modo más rápido y sobre todo económico. Gasta menos combustible que un auto y su piloto puede meterse como una lombriz entre tanto trafico; claro está, dependiendo de su pericia y su osadía.
Quizá uno de éstos patas, conocedor de su maquina y de las pocas monedas que sacaba de su bolsillo a la hora de parar en el grifo y viendo por encima de todo su condición de apremiado desempleado, no se le ocurrió mejor idea que sacarle el jugo a su bólido (es tan solo un decir, un pulimento de orgulloso propietario).
El asunto es que con su moto lineal empezó a competir con sus primos los mototaxistas y hasta con los mismos taxistas. Como pasajeros un máximo de dos personas y si se trataba de un ejemplar semejante a la suegra de Condorito, solo una. Costo de la carrera: al centro de la ciudad una luquita.
Cualquiera diría que lo brevemente narrado en los dos párrafos anteriores es una alucinación. Pero es cierto, a excepto del anónimo personaje. Y es un hecho cotidiano en las ciudades de Tumbes y Piura. La necesidad de sobrevivencia aunada al ingenio no solo se ve en Lima como puede apreciarse. Y hasta fácil que con el transcurrir del tiempo los dueños de estas motos lineales formen su sindicato, ¿Cuál sería la denominación? Qué sé yo. Lo único que sé es que cuando visites una de estas ciudades y veas a una de tus amigas montada en uno de estos vehículos no se te ocurra pensar que va con el enamorado o un pretendiente. Otórgate la posibilidad de la duda. Y si tienes la mente achorada créete un Erick Estrada o un Lorenzo Lamas.






Después de tanto time una canción de The Cure

octubre 23, 2008

Cada vez que estoy frente al computador rara vez escucho música. Sin embargo hoy que he vuelto a necesitar de una suave melodía de fondo acabo de encontrarme con un video de una de las bandas de rock que logró meterse en algunos momentos de mi juventud. Hablo de "Lullaby" del grupo británico The Cure.

Me quedo chequeando y no sé porque diablos relaciono al video con uno de los súper héroes que desde niño no ha dejado de agradarme: Spiderman.

 
Minimizo el reproductor y las imágenes del sorprendente hombre de araña y la de Robert Smith se hacen humo y solo se escucha la canción. Me imagino entonces acostado en una de aquellas lejanas tardes, colocando en mi matadita graba un cassette de The Cure.

Lo paja en esta vida es que definitivamente siempre hay cosas que no mueren.
Si se animan escuchen este lóbrego arrullo, esta erizada canción de cuna.

No todo es desolador, caso Universidad Privada Guillermo Urrelo

octubre 20, 2008





Una de las tareas primordiales, creo, de toda universidad, sea nacional o privada es la de promover la investigación y la creatividad. Sin embargo, en muchas ciudades del interior del país todo esto no se lleva a cabo. Solo se aprecia una sarta de politiqueros y mediocres cuyo mayor afán es la de permanecer en puestos con olor a poder. Nada más que chapar un buen sueldo y parasitar en las aulas o las oficinas administrativas. Les importa un pepino editar revistas, libros; organizar eventos educativos, culturales o artísticos.
La inteligencia y el talento cada vez se distancian de las universidades. Ahora Carlyle tiene más vigencia cuando dijo que una verdadera universidad es una buena colección de libros. Sino fuera por los putos cartones hace rato ya hubieran desaparecido.
Sin embargo a veces es gratificante encontrar a alguien, un soñador que apuesta por editar o emprender la organización de una actividad cultural. Porque a las finales todo sueño siempre parte de un pata tocado por un ideal o una dosis de locura. Y trome si convence a la gente de su entorno. Este es el caso de Jorge Luis Salazar, decano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo de Cajamarca. Bajo su administración ya se van editando 4 números de la revista de investigación jurídica Avances, un poemario, varios números de una revista cultural. En fin, ahora no sé cómo le irá con la organización de un conversatorio que habían programado para el mes de noviembre. De todos modos adelante, que la fuerza del bien y de la belleza te acompañe mi estimado Jorge.

Entrevista a Selenco Vega

octubre 19, 2008

"Escribo para huir del olvido"




En el primer numero de la revista Entera voz, la cual dirijo y pronto tendrá su página web, publiqué una entrevista a mi amigo (no vuelvan a pensar por enésima vez que hay un parentesco) Selenco Vega, la cual considero aún no ha perdido vigencia y la cuelgo en este blog, por siaca les interese en caso de no haberla chequeado en dicha revistita.

Pasados todos estos años y luego de estar en contacto no solo con la poesía sino también la narrativa, ¿qué tipo de hallazgos o satisfacciones has encontrado en estos géneros?
Siempre he pensado que los géneros literarios son un invento de los críticos, Stan, un poco para justificar su existencia... Es cierto que durante años he estado, como afirmas, en contacto con la poesía y la narrativa, pero la verdad es que no suelo hacer distingos entre una y otra forma de arte. Tal vez suene a frase cliché, pero cuando escribo no racionalizo lo que hago, solo intento darle forma a aquello que siento; no me detengo a pensar si es un poema o un cuento, dejo que cada impulso brote por sí mismo, que encuentre su forma. A veces esa forma necesita de una historia, entonces sale algo parecido a un cuento; otras veces, esa forma no requiere de anécdotas, sino de un lenguaje más íntimo, más subjetivo si quieres; entonces, la forma se desplaza y adquiere las dimensiones de un poema. Mi satisfacción radica en el mero acto de escribir, no importa si es un poema, un cuento o un texto anfibio, a mitad entre la poesía y el cuento…
En algún momento de tu vida, de hecho has frecuentado reuniones de poetas y otros creadores, ¿qué opinión tienes del artista y sobre todo del ser humano, del hombre?
Vayamos por partes. Siempre intento separar al artista del hombre. Confundirlos es un error. Pound, por ejemplo, es uno de los poetas más trascendentales del siglo XX; sin embargo, como persona llegó a apoyar a Mussolini y al fascismo. Se cuenta de Naipuil, el gran premio Nobel, que es insufrible como ser humano: soberbio, lapidario con la gente que lo rodea. A veces se tiende a pensar que un artista, por el mero hecho de serlo, debe ser también un gran hombre. Falso. He conocido artistas que como personas no valen gran cosa: malos padres, malos hermanos, incumplidos, orgullosos, egoístas. Pero grandes creadores. Lo bueno es que, en el balance final, lo que queda de ellos, eso en lo que radica su permanencia, es la obra que hicieron con tanto esfuerzo y pasión.

¿Es la literatura un oficio en nuestro país?

No lo es. Uno es escritor a salto de mata, sorteando el trabajo cotidiano que le permite vivir, hallando tiempo de donde no hay. Hace poco, a raíz del Copé que obtuve, me comenzaron a llover pedidos de todo tipo: invitaciones a conferencias, participación como jurado en concursos de cuento y poesía, colaboración en medios. Todo eso estaría bien, excelente… el único problema es que no pagan. Hay en el Perú una propensión a pensar que un escritor debe ser una persona pública a disposición de todo el mundo, gratis y rápido. Por eso te digo que la literatura no es un oficio, por lo menos no uno que te permita vivir.
¿Cómo se desdobla el Selenco Vega fabulador y poeta en el otro, el catedrático, aquel que se gana la vida como profesor y a la vez muere en el más anónimo silencio?
Creo que esta pregunta se enlaza con la anterior. Me gustaría (soñar no cuesta nada), me gustaría ser solo el fabulador y poeta las 24 horas del día, pero como ves, eso es algo imposible en nuestro medio. Como muchos, trabajo de día y escribo de noche, o como lo he estado haciendo últimamente, trabajo entre 9 y 10 meses al año y los otros 2 ó 3 los dedico a escribir. Mientras trabajo como catedrático en la San Ignacio y en la Universidad de Lima, aprovecho las tardes y las noches para gestar algún proyecto literario nuevo, para tomar apuntes y esas cosas. Luego, aprovecho los meses de verano (en los que no trabajo) para plasmar mis ideas lejos de todo y de todos, solo frente a la computadora.
¿Sientes algún pavor al imaginarte muerto? ¿Qué significado tiene la inmortalidad para ti?
A veces he soñado con un fin hermoso, idealmente trágico. A veces he soñado con la muerte, pero extrañamente no con la corrupción de mi carne. Me explico. En las muertes que concibo mi cuerpo resulta extrañamente embalsamado, a salvo del olvido y de los gusanos gracias a que mi muerte se realiza por algún motivo grandioso (mira tú lo modesto que soy). Algunos se obsesionan con el suicidio; de adolescente yo me obsesioné más bien con un fin digno de un héroe de la antigüedad griega. Héctor, por ponerte un caso, fue una fijación que aun me persigue. No le temo a la muerte. Lo que sí me angustia es el olvido, la corrupción, la desintegración real y simbólica de nuestro cuerpo. Debe ser por eso que escribo, Stan, para huir del olvido, para ser inmortal.

Pronto será unos diez años que te conozco y una de las cosas que he podido apreciar es tu distanciamiento de las escenas literarias muchas veces estentóreas y de pocas nueces, ¿será que en realidad más allá de tu falta de vocación por el ruido, como has señalado en alguna parte, se debe en todo caso a tu escepticismo?

No creo en las reuniones de escritores, me parecen un desperdicio de tiempo. No respeto mucho a las personas por el mero hecho de que sean artistas; de un artista, lo que respeto son sus obras. La mayor parte de esas reuniones, congresos, mesas redondas entre escritores, solo sirven para inflar egos, para generar rencillas absurdas y para levantar falsos testimonios. Nuestro medio es tan pequeño y está tan envilecido que mucha gente confunde talento con notoriedad, obra con escándalo. Estoy harto de eso. El lugar de un escritor es su mesa de trabajo, la soledad, una buena dosis de talento y, cómo no, algo de suerte para lograr hacer lo que se propuso.

Haciendo uso de blogs o correos electrónicos, últimamente se han ido armando una serie de encuentros verbales sobre diversos aspectos literarios y también personales, ¿te parecen útiles todos estos discursos?

Me parecen una pérdida de tiempo, no los blogs en sí, que a veces permiten a los lectores actualizarse sobre lo que ocurre en el mundo del arte. Me parecen una pérdida de tiempo las discusiones, las peleas, los enfrentamientos verbales entre escritores. Aunque mirando el asunto con algo de piedad, los blogs, en especial los más escandalosos, permiten que quienes los dirigen adquieran, por ese medio electrónico, la notoriedad y el ‘reconocimiento’ que su falta de talento les negó. ‘A falta de obras, buenos son los blogs literarios’, ¿no crees?
Y hasta una compensación a ese vacío. Pero bueno, Eielson, Hinostroza, Verástegui y no hace mucho Ildefonso - tan sólo por mencionar algunos nombres -, son poetas que han incursionado en la novelística, ¿tienes en mente realizar un proyecto de esta especie?
Estoy esperando a que llegue el fin de ciclo en las universidades donde trabajo para sentarme a escribir la primera versión de una novela que me anda dando vueltas hace tiempo. Tengo tres meses y medio antes de que comience el ciclo 2008-I, así que deséame suerte, que la voy a necesitar.
Que todas las fuerzas del bien te acompañen, hombre, y en cuanto a tu obra, justo quiero referirme a tus dos primeros libros, Casa de familia y Parejas en el parque y otros cuentos, donde nítidas están las influencias de Watanabe y Raymond Carver, respectivamente, ¿de qué otros autores te has ido nutriendo durante los últimos años?
Ha ocurrido algo con mis gustos literarios que no sé si sea bueno o malo. He comenzado a leer a los clásicos, a devorarlos con una pasión que nunca antes sentí. Acabo de leer a Catulo y Petronio. El año pasado leí todas las tragedias de Shakespeare, en una edición monumental que publicó Norma y que gracias a Dios (en el que no creo), adquirí. Estoy tentado de releer la novela francesa y rusa del siglo XIX. Algo me dice que por allí está un camino interesante, una especie de renacimiento espiritual, estético, que hará que reformule mi propia idea del arte.
Pese a que aún es temprano para vislumbrar un exacto panorama, ¿cuál es tu opinión sobre la poesía y narrativa de los 90 en nuestro país?
No tengo opinión. Como te dije, he comenzado a leer a los clásicos.
Buena parte de los poetas y escritores de esta promoción, son descendientes de familia provinciana, ¿ha modificado todo esto la emoción, la estética del espíritu limeño?
Siempre me sentí un provinciano en Lima, Stan. Somos doce hermanos. De niño, nunca tuve que buscar mis amigos afuera, los tenía dentro de la casa. Ellos y yo crecimos escuchando las historias familiares: nuestros muertos de provincia también participaban de nuestros juegos infantiles. Por supuesto que esa pertenencia a una tradición provinciana modificó (para siempre) mi estética, pero sobre todo mi visión del mundo. Solo una anécdota. Por mi profesión he tenido que leer mucho, empaparme del conocimiento occidental. Sin embargo, a veces me sorprendo pensando y sintiendo como en mi infancia más remota. Mi madre solía tener explicaciones, cómo decirlo, ‘irracionales’ para varias de las cosas que ocurrían a nuestro alrededor. Cuando una puerta sonaba, ella se agitaba y susurraba mirándome: “¡Alma!”. Yo le devolvía la mirada y también asumía que había sido un espectro el causante del portazo. Crecí pensando cosas como esas. Ahora, cuando escucho un portazo, pese a saber que es el viento, una parte de mí, por lo menos en un primer instante, desafía mi racionalidad y me susurra, como antes lo hacía mi madre: “¡Alma!”
Después de El mestizo de Alpujarras, cuento ganador del Copé, ¿aparecerán otros textos con referencias históricas o tan sólo ha sido un ensayo?
Tengo en mente escribir novelas históricas, Stan, pero no me quieras soltar la lengua: yo, como muchos escritores, soy supersticioso en este punto. Si cuento lo que quiero hacer puedo echarlo todo a perder. Lo que sí te puedo afirmar es que “El mestizo de Las Alpujarras” es un comienzo -déjame considerarlo auspicioso- de un proyecto narrativo vasto, ambicioso, que espero poder concretar algún día.

Una última pregunta: ¿Qué sensación crees que tendrías si de pronto amanecieses convertido en un insecto kafkiano?

Sentiría pánico. Mi mujer, Lucila, detesta los insectos, simplemente no los soporta. Apenas los ve, saca su zapato y los liquida entre gritos de histeria. Si una mañana yo despertara convertido en insecto, ya te puedes imaginar: terminaría en las suelas del zapato de ella, mi pobre cuerpecito triturado y sazonado en ese líquido blancuzco del que están rellenos la mayoría de esos bichos.