En la última actividad cultural realizada por Diantre, arte y cultura, este 20 de setiembre en la sala escénica del INC ubicada en Chiclayo, se presentaron una serie de poetas que realmente vienen escribiendo cosas interesantes. Cito algunos nombres: Ronald Calle (San Ignacio Cajamarca, 1982), quien ha recibido elogiosas palabras el tío Marco Toño Denegri, César Boy (Ferreñafe, Lambayeque 1981), Julio Paredes (Tarapoto, 1987), Percy Vidal (Chiclayo, 1979), Lúber Ipanaque (Pucallpa, 1985) y Cromwell Castilo (Motupe, Lambayeque 1981), No obstante, más allá de esta referencia solo el ejercicio y el tiempo expresará lo realmente autentico. Por ahora colgare algunos textos de dos de ellos. En posteriores fechas a ver si hago lo mismo con la de los demás patas.
Lúber Ipanaque vive en Piura pero nació en Pucallpa, el año 85. Estudia Derecho en la Universidad Nacional de Piura. Ha publicado Hostia Sideral (2005) y Los apóstoles de la Muerte (2007). Por él he sabido que existen grupos de jóvenes poetas en aquella ciudad vecina, del 2000 dicen, que conforman grupos como Magenta y Pensamiento Profano. Lúber integra Plazuela Merino. Chequeé a la volada también un boletín de Magenta, donde pude apreciar un apreciae diseño y un par de poemas rescatables.
Ahí les va un texto de Ipanaque:
Bebiendo. Bebiéndome la vida, oí:
“Lúber, tu mujer dará a luz un niño.
No tengas miedo y llévala a tu casa.”
Hace días estás que me hablas,
yo no quiero caer en tu juego.
No soy tonto y capaz que tú
ya te has acostado con ella – le contesté
aturdido.
“Has lo que se te venga en gana,
pero recuerda quién te habla” – dijo.
I.- Mientras la lluvia seguía, en el cielo
retumbaban los truenos y relámpagos.
Y se oyó el perreo vallejiano: “Bruno, perreo. Bruno, perreo.
Hay golpes en la vida…Azótame”
II.- Lloraba, sí, lloraba. Lúber lloraba.
Y en sus ojos se reflejaban las estrellas.
Así fue como se cortó el brazo y se quemó
con puchos de cigarros.
III.- Se hizo necesario navegar en el horror,
ser pasajero de combi, contener náuseas,
soportar olores pestilentes:
“Mi país es una combi conducida hacia el abismo.”
IV.- Pues él vio como incendiaban nuestros
pastos y cortaban nuestra historia.
Se lo llevaron todo y nos dejaron sin sentido.
Pero aquí no pasa nada, un momento por favor,
aquí no pasa nada: el Perú es el Perú
y no sirven para nada los poetas.
Ahí les va un texto de Ipanaque:
ALUCINACIÓN/ IV
Bebiendo. Bebiéndome la vida, oí:
“Lúber, tu mujer dará a luz un niño.
No tengas miedo y llévala a tu casa.”
Hace días estás que me hablas,
yo no quiero caer en tu juego.
No soy tonto y capaz que tú
ya te has acostado con ella – le contesté
aturdido.
“Has lo que se te venga en gana,
pero recuerda quién te habla” – dijo.
I.- Mientras la lluvia seguía, en el cielo
retumbaban los truenos y relámpagos.
Y se oyó el perreo vallejiano: “Bruno, perreo. Bruno, perreo.
Hay golpes en la vida…Azótame”
II.- Lloraba, sí, lloraba. Lúber lloraba.
Y en sus ojos se reflejaban las estrellas.
Así fue como se cortó el brazo y se quemó
con puchos de cigarros.
III.- Se hizo necesario navegar en el horror,
ser pasajero de combi, contener náuseas,
soportar olores pestilentes:
“Mi país es una combi conducida hacia el abismo.”
IV.- Pues él vio como incendiaban nuestros
pastos y cortaban nuestra historia.
Se lo llevaron todo y nos dejaron sin sentido.
Pero aquí no pasa nada, un momento por favor,
aquí no pasa nada: el Perú es el Perú
y no sirven para nada los poetas.
Desde siempre Percy Vidal ha vivido en esta ciudad. Teme viajar. Después de varios años que he vuelto a verlo. Y lo bacán es que no ha dejado la poesía. Tiene casi listo un poemario. Aún así se mantenga lejos de la escena literaria local él ha venido trabajando sus textos. Desconoce palabritas como metatexto, minimalismo, entre otras. No se ha contaminado con las ínfulas, las poses, el ego de mucho de nosotros. Vive administrando su pub y escribiendo en la barra.
En verdad
lo siento mucho por Adan
quien no pudo saborear
el dulce placer
que se siente
al desnudar a una mujer.
El espejo me recuerda
que estas dos líneas
aparecidas en cada extremo
de mi boca
es el precio que debo pagar
por tanta sonrisa hipócrita.
En verdad
lo siento mucho por Adan
quien no pudo saborear
el dulce placer
que se siente
al desnudar a una mujer.
El espejo me recuerda
que estas dos líneas
aparecidas en cada extremo
de mi boca
es el precio que debo pagar
por tanta sonrisa hipócrita.