El otrora líder de la banda cajamarquina de rock Ruido negro, Oscar Pajares, ahora anda metido en hacer fusión, centrándose sobre todo en el clarín cajamarquino, instrumento musical que no hace mucho ha sido reconocido como patrimonio cultural. Haciendo uso de este mecanismo, especie de largo carrizo cuyo sonido parece un berrido de los apus, Oscar ya viene grabando algunos temas, tanto como solista así como parte del grupo Serránia, integrado por cuatro muchachos más. Hay una mezcla de cashuas, huainos y rock instrumental.
Como se verá, por el momento Ruido negro anda en caminos diversos. El Zeta, fundador también del grupo, fue a estudiar Ingeniería de sonido a Buenos Aires y ahora no le falta chamba. Igual ocurre con Pajares. No me puedo quejar, yo vivo de esto. Tengo equipos, un lugar para hacer conciertos, hago comerciales, nos comenta mientras vemos un video donde Serránia comparte el escenario con el saxofonista Jean Pierre Magnet, en un concierto realizado en Cajamarca.
En este último viaje a Caxamarca también me encontré con la ingrata noticia de la partida de Kalico, líder y vocalista de Kalico y los Kaliches, Un cáncer al estómago lo llevó joven, tenía unos 30 años y dentro de todo este nostálgico asunto es que ahora a su hijo también le vacila la música. El deseo es que de pronto Kalico despierte junto a los Kaliches.
Arriba les dejo con un videito de Miki Gonzáles quien ya es un viejo fusionista y quien desde hace un tiempo ya le entró a experimentar con el clarín cajamarquino.